MADRID, 26 Dic. 16 / 11:04 pm (ACI).- La ideología de género se está implantando de manera progresiva y constante en todo el mundo. Ante esta imposición, Ignacio Arsuaga, presidente de HazteOír (HO) ha explicado la situación global de la aplicación de esta corriente y sus preocupantes consecuencias.
ACI Prensa conversó con Arsuaga, quien propuso algunas claves para comprender esta corriente ampliamente difundida en todo el orbe.
1.- ¿Qué es y qué pretende la ideología de género?
El Presidente de HO explica que “la ideología de género pretende diferenciar entre ‘género’ y ‘sexo’. Defiende que el ‘género’ de las personas es diferente del sexo biológico y que además, el ‘género’ se elige. De ahí que los seguidores de esta ideología distingan entre ‘identidad’ sexual’ y ‘orientación sexual’”.
Este pensamiento tiene graves consecuencias ya que “una persona de cualquier edad, supuestamente, puede cambiar su identidad o su orientación sexual a lo largo de la vida. Bien por elección, bien por educación o influencia de otros”. Con el adoctrinamiento que impulsan sus promotores, se explica que “cambiar de género” es una opción más como cualquier otra.
Arsuaga precisa que “esta ideología carece de base científica” y niega que “la identidad sexual de las personas está definida desde el nacimiento” cuando en realidad “las diferencias entre hombre y mujer son muy claras y se reflejan en la experiencia cotidiana”.
2.- Manipulación del lenguaje
Por eso Arsuaga alerta ante expresiones como “igualdad de género” ya que “es confusa por la utilización del término ‘género’. Emplear este término conlleva aceptar, consciente o inconscientemente, la ideología de género”.
“Es más correcto hablar de igualdad entre hombres y mujeres porque esta expresión la entiende todo el mundo y no implica planteamientos ideológicos”, alerta.
“Debemos ser claros y rotundos en afirmar la igualdad entre hombres y mujeres sin necesidad de hacer concesiones a los ideólogos de género. Estos, a menudo, nos hacen caer en la trampa introduciendo una terminología que no es neutral en absoluto”, insiste.
La manipulación del lenguaje, denuncia, también puede verse en el caso de la llamada “violencia de género” ya que los ideólogos de esta corriente “han conseguido que se imponga esa expresión en lugar de hablar de ‘violencia del hombre hacia la mujer’, que sería lo correcto”.
Es absolutamente necesario, explica a ACI Prensa, “conocer su existencia y reconocer sus objetivos, herramientas y consecuencias, en definitiva, desenmascararla, con un lenguaje que todo el mundo entienda”.
3.- Adoctrinamiento en las escuelas
Arsuaga explica que la implantación en las escuelas es “una estrategia que han utilizado todas las ideologías” porque “introducirse en la escuela significa formar a las nuevas generaciones en esta visión de la persona y la sociedad” y, en definitiva, “una garantía de futuro para los ideólogos de género”.
Se busca que el niño, desde edad muy temprana, aprenda -con dibujos, con ejemplos, con cuentos o con juegos- que no hay niños o niñas sino múltiples “orientaciones sexuales”.
“Es un adoctrinamiento programado que se introduce en el desarrollo afectivo, sexual y emocional de los menores”, advierte.
Detrás de esta ideología existe también “un negocio” con materiales educativos, cursos, talleres, programas formativos y otras actividades, “con frecuencia financiado por los Estados o por instituciones supranacionales”, refiere el experto.
Ante esta situación Arsuaga anima a los padres “a conocer qué les están enseñando a sus hijos” tanto en las asignaturas como “los enfoques de los libros de texto, los talleres, actividades y programas de formación que se introducen en las horas destinadas a tutorías” y especialmente “comunicar al colegio, incluso por escrito, que no está de acuerdo con esa ideología y que no quiere que se la transmitan a sus hijos”.
Por eso recuerda que en la Declaración de Derechos Humanos se reconoce el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones.
“Este es un derecho fundamental que debe ejercerse y defenderse. Los padres deben recordarlo y reivindicarlo. Y si en el colegio ya se está impartiendo ideología de género, lo mejor es informar a otros padres y exponerlo a la dirección”.
Si es necesario, sugiere, se debe “acudir a las administraciones educativas y los gobiernos para reclamarles que respeten la libertad de educación. Si los padres no damos esa batalla, la ideología de género se apoderará de nuestros hijos”.
4.- Presión global del lobby LGTB
“Los datos demuestran que existe una implantación a nivel internacional promovida por lobbies LGTB y aplicada por algunos gobiernos e instituciones privadas”, indica Arsuaga y pone como ejemplo la creación en Estados Unidos de “lavabos transgénero” en las escuelas y “en la inserción de asignaturas o programas educativos de ideología de género que se han introducido en Italia y en Francia, entre otros países”.
En ese sentido recuerda que en 2015, el Parlamento Europeo aprobó el Informe Rodrigues que incluía “luchar contra la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género en los entornos educativos y apoyar la inclusión de información objetiva sobre cuestiones LGBTI en los currículos escolares”.
“Con el pretexto de la no discriminación se introduce una ideología en las aulas. Es una estrategia bien diseñada pero perversa”, afirma.
5.- Colonización ideológica
“El propio Papa Francisco –recuerda Arsuaga– denunció el pasado mes de octubre ‘la colonización ideológica” que suponía este adoctrinamiento educativo. Y contó el caso, conocido a través de un padre francés, de un niño que quiso ser niña tras leer un libro de texto que le explicaba esa posibilidad”.
Algo que, al igual que en España también está sucediendo “en Hispanoamérica, donde se ha introducido el adoctrinamiento de género. Ahí están los casos de Colombia, Brasil, Chile, Panamá”, entre otros.
6.- La ideología de género es totalitaria y no admite discrepancias
También precisa que esta ideología “pretende abarcar toda la realidad del individuo y de la sociedad”, por eso “tiene pretensiones totalitarias y no admite discrepancias”.
“De ahí que se produzca una reacción cuando alguien se atreve a denunciar la estrategia y explicarle a los ciudadanos en qué consiste, quiénes son sus agentes y qué pretenden”.
7.- Combatir la ideología de género
Por eso insiste en que quienes no aceptan esta ideología lo hacen porque están “a favor de la libertad y los derechos fundamentales de las personas, a favor de la educación de los niños en la verdad del ser humano. También porque defendemos el derecho de los padres a transmitir a sus hijos los valores en los que creen sin imposiciones ideológicas”.
“La mejor forma de educar a los hijos es con el ejemplo, el testimonio de sus padres, familiares y personas próximas. Hacerles ver que lo natural es la diferencia y complementariedad entre hombre y mujer, fundamento de la familia y de la sociedad”.
“Como ciudadanos, no callarnos y denunciar las imposiciones de género que se introducen en la escuela, en los medios de comunicación y en los programas políticos”.
“Porque si nosotros no alzamos la voz y luchamos por lo que queremos, por el bien de la sociedad y el desarrollo integral de nuestros hijos, el totalitarismo de género se impondrá como un rodillo”, destaca.
A pesar de que “hay personas que creen que oponerse a la ideología de género es estar contra las personas homosexuales o a favor de la discriminación de determinados colectivos” no es así, porque “oponerse al adoctrinamiento educativo no es rechazar ni discriminar a las personas”.
“Estas últimas -concluye- siempre merecen respeto, independientemente de sus circunstancias, condición y características”.
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