10 jun 2017

Papa suspenderá a sacerdotes de nigeria si no piden perdón por oponerse al obispo

Imagen referencial. Foto: AIN


VATICANO, 10 Jun. 17 / 08:48 am (ACI).- Hace unos días, el Papa Francisco recibió a una delegación de la diócesis nigeriana de Ahiara para tratar algunos problemas y dio una serie de recomendaciones para solucionarlos.

En concreto, durante más de cuatro años los sacerdotes de esta diócesis, situada al sureste del país, se han negado a obedecer a su obispo, Peter Okpaleke, por razones étnicas, esto es, porque no pertenece a la etnia Mbaise.



La situación ha llegado al punto de que el Papa Francisco se ha visto obligado a amenazar con una suspensión ad divinis a aquellos sacerdotes que de aquí al 9 de julio no escriban una carta pidiendo perdón por su comportamiento.




En la audiencia, el Papa dijo a la delegación que “quien se opone a este obispo, quiere destruir la Iglesia. Es un pecado mortal”.

El Papa reconoció que incluso ha pensado en suprimir la diócesis y señaló que la situación le está provocando mucho dolor. Finalmente no lo hará, pero si ha dado una serie de indicaciones: todo sacerdote que pertenezca a la diócesis deberá escribirle a él personalmente una carta en la que pida perdón.

En la misiva, deben manifestar “total obediencia al Papa” y aceptar al obispo elegido por él. La carta debe ser enviada en los próximos 30 días y quien no lo haga “será suspendido a divinis de forma inmediata.

“Esto parece muy duro, pero ¿por qué el Papa hace esto? Porque el pueblo de Dios está escandalizado”. “Quizás alguno ha estado maniobrando sin una plena conciencia de la herida inflingida a la comunidad eclesial”, subraya.

MONSEÑOR RICARDO GARCÍA SE REUNIÓ CON PAPA FRANCISCO



El miércoles por la mañana, Mons. Ricardo pudo saludar al Papa Francisco. Nuestro obispo manifestó la cercanía y unión de nuestra Prelatura al Santo Padre. El a través de las redes sociales compartió con nosotros su experiencia con nuestro Santo Padre.



Estaba caminando dentro del Vaticano con varios obispos, me dirigía a una reunión con él. Tres estábamos atrasados, porque uno de los tres usaba bastón.

Pasó un carro normalito a mi costado y escuche una voz en castellano: suban, los llevo. Me giré y me di con la grata sorpresa que era el Papa. Dijo: que suba primero el del bastón. Subimos tres en la parte de atrás. Arrancó el carro y hubo un poco de silencio. Lo aproveche para contarle un par de cosas.

El trayecto no duró más de dos minutos.




Al llegar a destino él mismo abrió su puerta, sin esperar que se la abra el chofer.

Gran sorpresa de mis colegas obispos cuando Lino Paniza, Javier del Río y yo bajamos del carro del Papa.

Luego hemos tenido un conversatorio de casi tres horas. A la mitad paramos 20 minutos ¡Para tomar lonche con el Papa! Con toda la naturalidad del mundo. El que quería se acercaba a decirle lo que quisiera.




Luego volvimos al Conversatorio. Recién al final hablo él.

También estaban los prefectos de los dicasterios, que intervenían en diversos momentos.

Al final de todo el Papa se despidió de cada uno.




Impresionante, ya contaré más.







+Ricardo Garcia Garcia

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