Repasando el libro del Padre Manuel Valero "Yauyos, una aventura en los andes" encontré con esta parte, me llamó la atención, la verdad ahora que trabajo en los andes yauyinos, es mucho mas vivencial; fue una excelente idea, pero que pena que fracasó en el intento ..... si se hubiera continuado otra habría sido hoy los frutos.
“A pesar de la intensa tarea, y de agotar caballos, los actos de vida de
piedad en los pueblos más alejados de la residencia habitual de los sacerdotes
llegaban a cuentagotas. Era preciso, en cada uno de los pueblos, un hombre, con
alguna formación, que supliera en algunas cosas, la ausencia del sacerdote.
Por otra parte, ya se ha dicho que la influencia social giraba en torno a
las comunidades indígenas, en las que el “ecónomo” era un de los cargos,
designado por ella, para el cuidado de la Iglesia.
Partiendo de estad dos premisas, surgió la idea de crear una escuela para
la formación de “líderes comunales”.
En unos locales, de los muchos que tenía la parroquia de Lunahuaná, con
algunos arreglos de albañilería realizados, en buena parte, por el propio P.
Julian, su párroco, se instaló la “Casa
de Formación”.
El P. Juan, después de varios años por los rincones de Alis y muy
conocedor de la idiosincrasia de nuestras gentes, se puso al frente de esta
escuela. Empezaron los ciclos de
formación, que duraban quince días, con grupos de diez a quince personas.
Pasaron varias promociones, y en algunos casos se consiguió lo que se
pretendía.
La Idea era y es muy valiosa. Pretendíamos que, en cada comunidad,
hubiera un hombre que tocara la campana cada domingo, que dirigiera un acto de
piedad y que leyera un comentario doctrinal, que le facilitaríamos, a las
personas que se congregarán en el templo.
Al mismo tiempo, que fuera un animador dentro de su comunidad, para
sugerir y gestionar tareas de interés social.
Tal vez no se seleccionaron bien a los hombres idóneos. El hecho es que
no fueron aceptados por sus respectivas comunidades. Pienso que sí de haber
sido posible, hubieran sido los “ecónomos” los que pasaran por la “Casa de Formación”,
los frutos habrían sido otros y mayores.
La Escuela aguantó algo más de un año y se cerró”.
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