13 may 2012

Celebraciones por el mes de Mayo


JUEVES 3
LA SANTA CRUZ
LA SANTA CRUZ, del latín, crux, crucis, instrumento, de suplico. Al venir Jesús al mundo y asume las condición humana en todo, menos en el pecado. Es sometido al martirio y a una ignominiosa muerte de Cruz; sin embargo, este instrumento de martirio después del sacrificio del redentor es considerado elemento de unidad y atracción del hombre hacia Él; además es señal de salvación y dominio de Cristo sobre la muerte, tal como lo dijo en 2002 el beato Juan Pablo II (1978-2005; 22 de octubre) “Desde que Jesús hizo de ella un instrumento de la salvación universal, la Cruz ya no es sinónimo de maldición si no, al contrario, de bendición. Al hombre atormentado por la duda y por el pecado, la Cruz le revela que “tanto amo” Dios al mundo que dio a su hijo único, para que todo el que crea en El no perezca si no que tenga vida eterna; En una palabra, la Cruz es el supremo símbolo del amor. El evangelista san Juan (8, 28) de testimonio de la misión salvífica el escribir: … cuando hayan levantado en alto –cum exalta veritis- al Hijo del hombre, entonces conocerán quien soy Yo… La religiosidad popular en México, celebra este día a los trabajadores de la construcción, quienes colocan en lo más alto de sus obras una Cruz de madera símbolo del dominio de Cristo.

DOMINGO 13
NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA
NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA, del árabe, “espléndida” (1917). En 1917 el mundo está enfrascado en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), por lo que el Pontífice Benedicto XV (1914- 1922) llama a la grey católica a unirse en oración para pedir la paz. Un día como hoy del citado año de 1917, tiene lugar en Fátima, Portugal, la primera aparición a tres humildes pastorcitos llamados Lucía, francisco y Jacinta –de 10, 9 y 7 años, respectivamente-, de una celestial dama quien se identifica diciendo: “Yo soy la Virgen del Rosario”. Ella convoca a los infantes a presentarse en el sitio de manifestación los días trece de cada mes; la divina Señora continúa revelándose por seis meses y dando mensajes a Lucía que en su Memorias relata que desde 1916 son visitados por un ángel, quien les indica que recen el rosario y eleven oraciones para pedir perdón por los pecados y la paz del mundo. Transcurrido un año estando en el campo, ven sobre una encina la aparición de María Santísima quien le revela su nombre, recomendándoles la práctica frecuente de los sacramentos de la Eucaristía y la reconciliación, así como el diario rezo del rosario. Por su contenido evangélico, la Iglesia acepta esta revelación. Iconografía: representa a la Virgen María con vestido blanco, banda y manto azul celeste, el rosario en sus manos y los tres pastorcitos a sus pies.

DOMINGO 20
LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR, del latín, ascensio, onis acción y efecto de subir, ascender; es decir ir a un sitio más alto”, por excelencia, la de Cristo a los cielos (siglo I). Este trascendente acontecimiento se narra el libro de los Hechos de los Apóstoles (1, 1-11) y en Evangelio de Mateo (28, 16-20). Jesús, después de su gloriosa resurrección durante cuarenta días, se manifiesta a los Apóstoles, come y bebe familiarmente con ellos y antes de su Ascensión a los cielos les indica: “todo poder se me ha dado en el Cielo y en la Tierra. Por eso vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo…” El Catecismo de la Iglesia Católica (párrafos 665-666) nos enseña que: “La Ascensión de Jesucristo marca la entrada definitiva de la humanidad de Jesús en el dominio celestial de Dios de donde ha de volver (…) Nos precede en el reino glorioso del Padre para que nosotros, miembros de su cuerpo vivamos en la esperanza de estar en un día con El eternamente”. Iconografía: ha sido tema esencial del arte, representado por grandes maestros del Renacimiento como: el beato Fra Angélico (18 de febrero; 1387-1455), Perugino (1450?-1523) y Tíntoretto (1518-1594); por lo general se muestra como Cristo, con túnica blanca, asciende a los cielos de entre nubes y en sus manos, pies y costado muestra las heridas de su martirio.

MIÉRCOLES 23
NUESTRA SEÑORA DE LA LUZ
NUESTRA SEÑORA DE LA LUZ, del latín, “lux” (siglo XVIII). Imagen pintada a solicitud del sacerdote jesuita Juan Antonio Genovesi en Palermo, Italia, en el siglo XVIII. Se dice que la Santísima Señora, solo era visible para una religiosa (anónima), quien indica los detalles de su visión a un pintor; al concluir, la Celestial Reina bendice la obra y confiere el poder de hacer milagros. Hacia 1732, los jesuitas donan la imagen para ser venerada en América y por sorteo, en tres ocasiones, es favorecida la ciudad de León, Guanajuato, México. El 2 de julio del mismo año llega la imagen a la citada ciudad. En 1770 es designada patrona contra rayos y centellas. En 1848 es declarada patrona de León. En la epidemia de cólera de 1850, es invocada cesando por su intersección la enfermedad. Se le construye un templo –actual Basílica-, concluido y consagrado en 1866. Su coronación pontificia, se efectúa en 1902. La Madre Santísima de la Luz, recibe también especial veneración en Puebla. Iconografia: María Santísima de pie, ataviada con vestido blanco, manto azul, rodeada por ángeles –dos la coronan-, a su izquierda uno le presenta un cesto de corazones y el niño Jesús, a quien carga en su brazo izquierdo, toma uno en sus manos. En su lado derecho un dragón con las fauces abiertas pretende “devorar” a un pescador, la Santísima Virgen impide esto y con su mano derecha lo levanta, salvándolo. Protectora de las mujeres que van a dar a luz y de los enfermos de la vista.


JUEVES 24
NUESTRA SEÑORA MARIA AUXILIADORA
NUESTRA SEÑORA MARIA AUXILIADORA, del arameo, “señora” y del latín “socorro” “protección” (siglo XVI). Desde la antigüedad grandes santos y Doctores de la iglesia, han designado a María Santísima como nuestro auxilio; por ejemplo: San Juan Crisóstomo (13 de septiembre) la llama “Auxilio potentísimo”, Sabás de Casarea, “Auxilio de los que sufren”; los primeros cristianos griegos, la designan Boeteia “la cual trae auxilios venidos del cielo”. San Juan Bosco (31 de enero) a fines del siglo XIX –la proclama patrona de los institutos salesianos. En todos los tiempos María ha sido auxilio para toda la humanidad. En 1571, cuando el ejercito cristiano vence a los musulmanes en la batalla del golfo de Lepanto. Grecia, Pío V (1566-1572) incluye esta alabanza en las Letanías Lauretanas. En 1814, Pío VII (1800-1823), señala en esta fecha la celebración de la Santísima Virgen María en esta advocación. Iconografía: María de pie, ataviada con vestido rosa, manto azul, centro y el Niño Jesús en su brazo izquierdo, sobre nubes, ambos coronados y rodeados de ángeles. “¡Oh María Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros que recurrimos a Ti!”.

DOMINGO 27
PENTECOSTÉS
PENTECOSTÉS, del latín pentecoste, y este del griego. Pentekosté, “cincuenta, “quincuagésimo”. Al término de las siete semanas pascuales, la iglesia católica celebra la solemnidad de Pentecostés. Así la pascua de Cristo es consumada con la efusión del Espíritu Santo que se manifiesta, da y comunica como persona divina y de esa plenitud el Señor derrama con profusión su Espíritu. Desde ese día el Reino anunciado por Cristo esta abierto a quienes creen en Él: en la humildad de la carne y en la fe, participando en la comunión de la Santísima Trinidad (cfr. Catecismo de la iglesia Católica, párrafos 731-732). En la antigüedad –según la tradición bíblica-, Pentecostés evocaba la promulgación de la Antigua Ley en el Monte Sinaí y se hacia una ofrenda de las primeras cosechas. Con igual nombre surgió en la liturgia católica una celebración después de cincuenta días de la Pascua de Resurrección, para conmemorar haber recibido en Don del Espíritu Santo; por lo que esta solemnidad no se relaciona con la festividad judía, de la cual sólo tomó el nombre, pero no los contenidos. En la celebración de esta solemnidad, en 2011, S.S. Benedicto XVI señaló: “Aunque, en cierto sentido, todas la solemnidades litúrgicas de la iglesia son grandes, esta de Pentecostés lo que es de una manera singular, porque marca, llegado al quincuagésimo día, el cumplimiento del acontecimiento de la Pascua, de la muerte y de la resurrección del Señor Jesús, a través del don del Espíritu del Resucitado”. Iconografía: los Doce, reunidos en el Cenáculo en torno a la Madre de Dios, sobre la cabeza de cada uno se posa una lengua de fuego, símbolo del Espíritu Santo.


JUEVES 31
LA VISITACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
LA VISITACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA (siglo I). Este hecho es narrado en el Evangelio de san Lucas (1, 39-56). María después del anuncio del arcángel Gabriel, visita a su prima Isabel, quien es de edad avanzada, para auxiliarla en el momento de dar a luz y le comunica lo que Dios ha obrado en ella. Tradiciones piadosas han ubicado en sitio de este encuentro y del canto del Magnificat en Aín-Karim (del hebreo, fuente del viñedo) población del actual Israel, donde se encuentra la basílica de la Visitación. Esta festividad fue instituida por Urbano VI (1378-1389) en 1389. Referente a esta conmemoración, el documento conclusivo de Aparecida –Brasil 2007- en el prefacio 553, cita: “… Que (María) nos enseña a salir de nosotros mismo en camino de sacrificio, amor y servicio, como lo hizo en la Visitación a su prima Isabel, para que, peregrinos en el camino, cantemos las maravillas que Dios ha hecho en nosotros conforme a su promesa”. Iconografía: María e Isabel con vestuario de época, en estado de gravidez se unen en fraterno abrazo, en el cielo sobrevuela una paloma (Espíritu Santo).

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