Ante la inminente celebración de la llamada fiesta de Halloween, en conciecia hemos creído oportuno editar dos árticulos en esta sección que aclaren el significado de esta fiesta, aparentemente inocente con niños incluidos.
(como siempre el más indefenso se lleva la peor parte). ¡¡¡EVITEMOSLO !!!
Los cuestionamientos al enfoque de la fiesta de HALLOWEEN obedecen al análisis serio de las implicaciones de concepción y significado de esta celebración. Veamos algunos aspectos:
Etimología
Halloween significa "All hallow's eve", palabra que proviene del inglés antiguo, y que significa "víspera de todos los santos", ya que se refiere a la noche del 31 de octubre, víspera de la Fiesta de Todos los Santos. Sin embargo, la antigua costumbre anglosajona le ha robado su estricto sentido religioso para celebrar en su lugar la noche del terror, de las brujas y los fantasmas. Halloween marca un triste retorno a los antiguos rituales que exaltan fuerzas obscuras e incluso dioses, y esta tendencia se ha propagado también entre los pueblos hispanos.
Orígenes esotéricos
La celebración del Halloween se inició con los celtas, antiguos pobladores de Europa Oriental, Occidental y parte de Asia Menor. Entre ellos habitaban los druidas, sacerdotes paganos adoradores de los árboles, especialmente del roble. Ellos creían en la inmortalidad del alma, la cual decían se introducía en otro individuo al abandonar el cuerpo; pero el 31 de octubre volvía a su antiguo hogar a pedir comida a sus moradores, quienes estaban obligados a hacer provisión para ella.
El año céltico concluía en esta fecha que coincide con el otoño, cuya característica principal es la caída de las hojas. Para ellos significaba el fin de la muerte o iniciación de una nueva vida. Esta enseñanza se propagó a través de los años juntamente con la adoración a su dios el "señor de la muerte", o "Samagin", a quien en este mismo día invocaban para consultarle sobre el futuro, salud, prosperidad, muerte, entre otros.
Cuando los pueblos celtas se cristianizaron, no todos renunciaron a estas costumbres. Es decir, la conversión no fue completa. La coincidencia cronológica de la fiesta pagana con la fiesta cristiana de Todos los Santos y la de los difuntos, que es el día siguiente, hizo que se mezclara generando un sincronismo un tanto desorientador. En vez de recordar los buenos ejemplos de los santos y orar por los antepasados, se llenaban de miedo ante las antiguas supersticiones sobre la muerte y los difuntos.
Algunos inmigrantes irlandeses introdujeron Halloween en los Estados Unidos donde llegó a ser parte del folclor popular. Se le añadieron diversos elementos ajenos al cristianismo, tomados de los diferentes grupos de inmigrantes hasta llegar a incluir la creencia en brujas, fantasmas, duendes, drácula y monstruos de toda especie. Desde ahí, se ha propagado por todo el mundo. Por tanto, la aceptación popular de esta fiesta conlleva la negación de un gran nùmero de preceptos cristianos, los cuales son asumidos sin caer en cuenta de las consecuencias que de ellos se derivan.
El 31 de octubre por la noche, en los países de cultura inglesa o de herencia celta, se celebra la víspera de la fiesta de Todos los Santos, con toda una escenografía que antes recordaba a los muertos, luego con la llegada del Cristianismo a las ánimas del Purgatorio, y que ahora se han convertido en una ensalada mental en la que no faltan creencias en brujas, fantasmas y cosas similares.
En cambio, en los países de cultura mediterránea, el recuerdo de los difuntos y la atención a la muerte se centra en el 2 de noviembre, el día siguiente a la celebración de la resurrección y la alegría del paraíso que espera a la comunidad cristiana, una familia de "santos" como la entendía San Pablo.
Diversas tradiciones se unen, se mezclan y se influyen mutuamente en este comienzo de noviembre en las culturas de los países occidentales. En Asia y África, el culto a los antepasados y a los muertos tiene fuertes raíces vinculadas al espiritismo, aunque no está tan ligado a una fecha concreta como en nuestra cultura.
Calabaza, golosinas, disfraces...
Una antigua leyenda irlandesa narra que la calabaza iluminada sería la cara de un tal Jack O'Lantern que, en la noche de Todos los Santos, invitó al diablo a beber en su casa, fingiéndose un buen cristiano. Como era un hombre disoluto, acabó en el infierno.
Con la llegada del cristianismo, mientras en los países anglosajones tomaba forma la procesión de los niños disfrazados pidiendo de puerta en puerta con el farol en forma de calavera, en los mediterráneos se extendían otras costumbres ligadas al 1 y 2 de noviembre. En muchos pueblos españoles existe una tradición de ir de puerta en puerta tocando, cantando y pidiendo dinero para las "ánimas del Purgatorio". Hoy en día, aunque menos que antaño, se siguen visitando los cementerios, se arreglan las tumbas con flores, se recuerda a los familiares difuntos y se reza por ellos; en las casas se hablaba de la familia, de todos los vivos y de los que habían pasado a otra vida y se consumían dulces especiales, que perduran para la ocasión, como en España los buñuelos de viento o los huesos de santo.
Mientras tanto, al otro lado del océano y al sur de Estados Unidos, la tradición católica llevada por españoles y portugueses se teñía de color propio en cada país americano, mezclada a los ritos locales precoloniales y al folklore del lugar.
Seguramente en Galicia se unen dos tradiciones: la celta y la católica, por lo que es esta la región de España en la que más perdura la tradición del recuerdo de los muertos, las ánimas del Purgatorio, muy unidas al folklore local, y las leyendas sobre apariciones y fantasmas. En toda España perdura una costumbre sacrosanta que se ha introducido en los hábitos culturales: la de representar en esta fecha alguna obra de teatro ligada al mito de Don Juan Tenorio. Fue precisamente este personaje, "el burlador de Sevilla o el convidado de piedra", creado por el fraile mercedario y dramaturgo español Tirso de Molina, el que se atrevió a ir al cementerio, en esta noche, a conjurar las almas de quienes habían sido víctimas de su espada o de su posesividad egoísta.
En todas estas representaciones ritos y recuerdos pervive un deseo inconsciente, y más bien pagano, de exorcizar el miedo a la muerte, sustraerse a su angustia. El mito antiguo del retorno de los muertos, se ha convertido hoy en fantasmas o dráculas con efectos especiales en los filmes de terror.
Consecuencias de la invocacòn del mal y espìritus:
Es muy importante señalar que los hechos aquí relatados no son algo tan sencillo como la unión de varias culturas, y su síntesis en un nuevo estilo de celebración de una festividad. Si así fuera seria algo menos significativo. EL PROBLEMA CENTRAL PARA LOS CATÓLICOS Y CRISTIANOS EN GENERAL estriba en las implicaciones que tiene para los niños y en general para todo ser humano invocar espíritus, destacar acciones de venganza, hablar de hechicería, disfrazarse de demonio, destacar la muerte, poner de moda actividades en cementerios.
Los creyentes sabemos que cuando se invoca, así sea en juego, las presencias maléficas y/o el demonio, se está abriendo puertas para la acción maléfica. Veamos la siguiente observación del experto CORRADO BALDUCCI para entender por qué no debemos hacer rituales que le favorezcan: “El diablo usa sus enormes capacidades, muy superiores a las del ser humano, para fines maléficos y perversos, lleno como está de odio contra Dios y las criaturas humanas”.
Festividad de todos los Santos
Sin embargo, para los creyentes es la fiesta de todos los Santos la que verdaderamente tiene relevancia y refleja la fe en el futuro para quienes esperan y viven según el Evangelio predicado por Jesús. El respeto a los restos mortales de quienes murieron en la fe y su recuerdo, se inscribe en la veneración de quienes han sido "templos del Espíritu Santo".
Como asegura Bruno Forte, profesor de la Facultad teológica de Nápoles, al contrario de quienes no creen en la dignidad personal y desvalorizan la vida presente creyendo en futuras reencarnaciones, el cristiano tiene "una visión en las antípodas" ya que "el valor de la persona humana es absoluto". Es ajena también al dualismo heredero de Platón que separa el cuerpo y el alma. "Este dualismo y el consiguiente desprecio del cuerpo y de la sexualidad no forma parte del Nuevo Testamento para el que la persona después de la muerte sigue viviendo en tanto en cuanto es amada por Dios". Dios, añade el teólogo, "no tiene necesidad de los huesos y de un poco de polvo para hacernos resucitar. Quiero subrayar que en una época de "pensamiento débil" en la que se mantiene que todo cae siempre en la nada, es significativo afirmar la dignidad del fragmento que es cada vida humana y su destino eterno".
"Al rezar por los muertos -dice el Santo Padre-, la Iglesia contempla sobre todo el misterio de la Resurrección de Cristo que por su Cruz nos obtiene la salvación y la vida eterna. La Iglesia espera en la salvación eterna de todos sus hijos y de todos los hombres".
Tras subrayar la importancia de las oraciones por los difuntos, el Pontífice afirma que las "oraciones de intercesión y de súplica que la Iglesia no cesa de dirigir a Dios tienen un gran valor. El Señor siempre se conmueve por las súplicas de sus hijos, porque es Dios de vivos. La Iglesia cree que las almas del purgatorio "son ayudadas por la intercesión de los fieles, y sobre todo, por el sacrificio propiciatorio del altar", así como "por la caridad y otras obras de piedad".
En razón a ello, el Papa a los católicos "a rezar con fervor por los difuntos, por sus familias y por todos nuestros hermanos y hermanas que han fallecido, para que reciban la remisión de las penas debidas a sus pecados y escuchen la llamada del Señor".
Cultura y negocio del terror
Una cultura de consumo que propicia y aprovecha las oportunidades para hacer negocios, sin importar cómo. Hollywood ha contribuido a la difusión del Halloween con una serie de películas en las cuales la violencia gráfica y los asesinatos crean en el espectador un estado morboso de angustia y ansiedad. Estas películas son vistas por adultos y niños, creando en estos últimos miedo y una idea errónea de la realidad. El Halloween hoy es, sobre todo, un gran negocio. Máscaras, disfraces, dulces, maquillaje y demás artículos necesarios son un motor más que suficiente para que algunos empresarios fomenten el "consumo del terror". Se busca además favorecer la imitación de las costumbres norteamericanas por considerarse que esto está bien porque este país tiene chapa de "superior".
Pensándolo desde la fe
Ante todos estos elementos que componen hoy el Halloween, vale la pena reflexionar y hacerse las siguientes preguntas:
¿Es que, con tal que se diviertan, podemos aceptar que los niños al visitar las casas de los vecinos, exijan dulces a cambio de no hacerles un daño (estropear muros, romper huevos en las puertas, etc.)? Respecto de la conducta de los demás se puede leer el criterio de Nuestro Señor Jesucristo en Lc 6,31.
¿Qué experiencia (moral o religiosa) queda en el niño que para "divertirse" ha usado disfraces de diablos, brujas, muertos, monstruos, vampiros y demás personajes relacionados principalmente con el mal y el ocultismo, sobre todo cuando la televisión y el cine identifican estos disfraces con personajes contrarios a la sana moral, a la fe y a los valores del Evangelio.? Veamos qué dice Nuestro Señor Jesucristo del mal y lo malo en Mt. 7,17. Mt. 6,13. La Palabra de Dios nos habla de esto también en 1ª Pe. 3, 8-12.
¿Cómo podemos justificar como padres de una familia cristiana que nuestros hijos, el día de Halloween hagan daño a las propiedades ajenas? ¿No seríamos totalmente incongruentes con la educación que hemos venido proponiendo en la cual se debe respetar a los demás y que las travesuras o maldades no son buenas? ¿No sería esto aceptar que, por lo menos, una vez al año se puede hacer el mal al prójimo? ¿Qué nos enseña Nuestro Señor Jesucristo sobre el prójimo? Leamos Mt. 22, 37-40
Con los disfraces y la identificación que existe con los personajes del cine ... ¿no estamos promoviendo en la conciencia de los pequeños que el mal y el demonio son solo fantasías, un mundo irreal que nada tiene que ver con nuestras vidas y que por lo tanto no nos afectan? La Palabra de Dios afirma la existencia del diablo, del enemigo de Dios en St. 4,7 1ª Pe 5,18 Ef. 6,11 Lc. 4,2 Lc. 25, 41
¿Qué experiencia religiosa o moral queda después de la fiesta del halloween?
Si aceptamos todas estas ideas y las tomamos a la ligera en "aras de la diversión de los niños" ¿Qué diremos a los jóvenes (a quienes durante su infancia les permitimos jugar al Halloween) cuando acudan a los brujos, hechiceros, médiums, y los que leen las cartas y todas esas actividades contrarias a lo que nos enseña la Biblia?
Es que nosotros, como cristianos, mensajeros de la paz, el amor, la justicia, portadores de la luz para el mundo ¿podemos identificarnos con una actividad en donde todos sus elementos hablan de temor, injusticia, miedo y oscuridad? Sobre el tema de la paz podemos leer Fil. 4,9 Gál. 5,22. Ver qué dice Jesús sobre esto en Mt. 5,14 Jn. 8,12
Si somos sinceros con nosotros mismos y buscamos ser fieles a los valores de la Iglesia Católica, llegaremos a la conclusión de que el halloween no tiene nada que ver con nuestro recuerdo cristiano de los Fieles Difuntos, y que todas sus connotaciones son nocivas y contrarias a los principios elementales de nuestra fe.
Sugerencias para los padres de familia
La respuesta no es sencilla, sin embargo creemos que sí hay algunas cosas que podemos hacer:
Lo primero es organizar una catequesis con los niños en los días anteriores al halloween, con el objeto de enseñarles el por qué de la festividad católica de Todos los Santos y los Fieles Difuntos, haciéndoles ver la importancia de celebrar nuestros Santos, como modelos de la fe, como verdaderos seguidores de Cristo. En las catequesis y actividades previas a estas fechas, es buena idea que nuestros hijos inviten a sus amigos, para que se atenúe el impacto de rechazo social y sus compañeros entiendan por qué no participan de la misma forma que todo el mundo.
Debemos explicarles de manera sencilla y clara, pero firme, lo negativo que hay en el Halloween y la manera en que se festeja. Es necesario explicarles que Dios quiere que seamos buenos y que no nos identifiquemos ni con las brujas ni con los monstruos, pues nosotros somos hijos de Dios.
Proponemos a los padres de familia una opción para sus hijos, pues seguramente los niños querrán salir con sus amigos en la noche del Halloween: Los niños pueden disfrazarse de ángeles y preparar pequeñas bolsas con dulces, regalos o tarjetitas con mensajes y pasar de casa en casa, y en lugar de hacer el "obsequio o truco" o de pedir dulces, regalarlos a los hogares que visiten y que expliquen que entregan dulces porque la Iglesia Católica tendrá muy pronto una fiesta muy importante en la que se celebra a todos aquellos que fueron como nosotros deberíamos ser: los Santos.
Aunque este cambio no será sencillo para los niños, es necesario vivir congruentemente con nuestra fe, y no permitir que los más pequeños tomen como algo natural la connotación negativa del halloween. Con valor y sentido cristiano, los católicos podemos dar a estas fechas, el significado que tienen en el marco de nuestra fe.
Ideas creativas de cómo dar a los niños una enseñanza positiva en estas fechas
SANTIAGO, 28 Oct. 03 (ACI).-Con el fin de cambiar los contenidos de muerte y terror promovidos en la fiesta de Halloween, numerosas instituciones y familias chilenas están impulsando una campaña para establecer el 31 de octubre como la "Fiesta de la Primavera", en donde los principales disfraces son de ángeles, santos y princesas, en vez de los terroríficos modelos de la celebración de origen celta y popularizado por Estados Unidos.
Algunos colegios, organizaciones comerciales y hasta supermercados de la capital se han sumado a la campaña. "Hay un público consumidor que está de acuerdo con el formato del festejo, pero otro que está mirando qué pasa y buscando tener algo para que sus hijos participen. Entonces vimos una masa que necesitaba tener una nueva fiesta y lanzamos otros productos", explicó el gerente de ventas de Arcor-Dos en Uno, Jorge Borselli.
Dicha empresa estrenó el año pasado la línea de caramelos "Hadas y magos"; junto con la empresa de golosinas Ambrosoli, que incorporó también esta temporada su línea "Magic" asociada a la bondad, la sabiduría y la valentía.
Asimismo, diversas compañías de disfraces están modificando su oferta para atender los requerimientos de esta nueva celebración. La socia de Duende Azul -con locales en la zona oriente y centro de Santiago-, Belén Aleu, afirmó que "la demanda ha ido cambiando en los últimos diez años. Antes pedían solo cosas de terror. Ahora llevan trajes de princesas, ángeles, cenicientas o damas antiguas".
Por otro lado, los supermercados de la capital se están sumando a este "Halloween blanco" cambiando su decoración para la festividad. "Ahora es una fiesta a la chilena, ya no sólo con la connotación de fiesta de brujas", explicó el gerente de marketing de Jumbo, Francisco Guzmán.
Fiesta de Todos los Santos
"Los invitamos a participar de una alegre celebración 31 de Octubre del 2003".
• Hace ya dos años, una simple presentación como esta, distribuida por mail, inició un cambio radical en nuestra sociedad: rescatar el sentido original de la víspera de Todos los Santos.
• Esta iniciativa tuvo una gran acogida, adultos, jóvenes y niños celebramos esta fiesta en forma positiva, entretenida, sana y alegre y más acorde con nuestras costumbres y valores.
• Cada año somos más, por eso los invitamos a sumarse a esta iniciativa.
• En este año de consolidación queremos llegar a todos los rincones, celebrando masivamente "La Fiesta de Todos los Santos".
Estrategia
• Más que combatir la forma en que hoy se celebra "Halloween", que nada tiene que ver con nuestras costumbres y valores; queremos retomar el sentido original de esta fecha y celebrar la "Fiesta de Todos los Santos".
• Mantendremos los elementos buenos y positivos; celebrar, disfrazarse y compartir, pero proponemos cambiar los negativos:
- muerte y oscuridad, ....por vida,
- terror y miedo, .....por alegría,
- violencia, .....por paz y amor,
- amedrentamiento y chantaje, ......por respeto y entrega.
• Proponemos una celebración amplia a la cuál todos se sumen alegremente independiente de su cercanía con la religión.
• De esta manera formaremos valores positivos en los niños ya que aprenderán a dar parte de sí para lograr sus objetivos, a respetar y no amedrentar y que por sobre todo deben prevalecer la vida, el amor, la paz y la alegría.
Planteamiento
Los niños y jóvenes saldrán a la calle a compartir con sus vecinos en un sano ambiente de amistad.
Los niños:
• Se disfrazarán de algo positivo como payaso, flor, santo, princesa, animalito, etc..
• Saldrán a las calles acompañados de algún adulto o joven responsable, a pedir dulces.
• Sólo tocarán el timbre en las casas que tengan globos o cintas de color blanco en sus puertas o rejas, aceptando así participar en esta celebración. Al resto sencillamente no se les molestará.
• Para recibir los dulces los niños deberán entregar algo a cambio.
• A lo que entreguen le llamaremos "gracia" y puede ser un dibujo, una poesía, una oración, una flor, un santito, una tarjeta o algo hecho por ellos en su clase de Religión o de Arte.
Los jóvenes:
• Si quieren organizar alguna fiesta o celebración los invitamos a hacer "Fiestas Blancas" donde todos se vistan de ese color y lo pasen muy bien en un ambiente positivo y alegre.
¿Qué les pedimos?
• Distribuyan esta presentación a todas las personas que puedan.
• Que comenten esta iniciativa con su familia, amigos y conocidos.
• Que la hagan llegar a las empresas que estén interesadas en esta fiesta, a los medios de comunicación y a quienes puedan apoyarla.
• Propongan en Colegios, Jardines Infantiles e Iglesias, que la fiesta se aborde de manera positiva y constructiva.
• Apoyen y acompañen a sus hijos en esta celebración, así estaremos educándolos en los valores que esta fiesta nos invita a celebrar.
SI TODOS EMPUJAMOS ESTA IDEA, CADA DÍA SEREMOS MÁS LOS QUE CELEBRAREMOS CON ALEGRÍA "LA FIESTA DE TODOS LOS SANTOS".
El Episcopado francés ilustra las fiestas de Todos los Santos y de los Difuntos
PARÍS, 28 octubre 2003 (ZENIT.org) .-
Con la fiesta del 1 de noviembre, día de Todos los Santos, la Iglesia desea «honrar a los santos "anónimos" --mucho más numerosos-- que con frecuencia han vivido en la discreción al servicio de Dios y de sus contemporáneos».
En este sentido, aclara el documento, es la fiesta de «todos los bautizados, pues cada uno está llamado por Dios a la santidad». Constituye, por tanto, una invitación a «experimentar la alegría de aquellos que han puesto a Cristo en el centro de su vida».
El 2 de noviembre, día de oración por los difuntos, explican los sacerdotes franceses, propone una práctica que comenzó con los primeros cristianos.
La idea de convocar una jornada especial de oración por los difuntos, continuación de Todos los Santos, surgió antes del siglo X, siguen explicando.
«El 1 de noviembre, los católicos celebran en la alegría la fiesta de Todos los Santos; al día siguiente, rezan de manera más general por todos los que han muerto», afirman.
De este modo, la Iglesia quiere dar a entender que «la muerte es una realidad que se puede y que hay que asumir, pues constituye el paso en el seguimiento de Cristo resucitado».
Esto explica las flores con que en estos días se adornan las tumbas, «signo de vida y de esperanza», concluyen los prelados.
"Holywins" una propuesta creativa de la Diócesis de París
En la cruzada de ser creativos para el 31 de octubre, víspera del Día de todos los Santos, la iniciativa, bautizada con el nombre de «Holy wins» («la santidad gana») --juego de palabras contrapuesto a Halloween-- ha sido lanzada por la arquidiócesis de París.
En el 2002, varios centenares de jóvenes en la misión en las calles de París, más de 8000 personas al concierto del Place St-Sulpice, con una amplia cubierta en los medios.
Para el 2003: Con el éxito de la primera edición, la gente joven va otra vez por las calles el 31 de octubre. ¿Su motivación? “atestigüe su esperanza y a su fe en la Resurrección".
(...) En una sociedad que tiende a eludir la cuestión de la muerte, la fiesta de Halloween tiene el mérito de interrogarnos sobre este tema, pero sólo hace referencia a los rituales morbosos y macabros. Por este motivo los jóvenes de de París quieren aprovechar el éxito de Halloween para testimoniar su fe y la esperanza cristiana ante la muerte en la vigilia de la fiesta de Todos los Santos (1 de noviembre) y de los Difuntos, de los que se hace memoria al día siguiente.
TOLERANCIA AL SATANISMO
Si bien se sabe poco de estas celebraciones, parece que las festividades del Samhain se celebraban muy posiblemente entre el 5 y el 7 de noviembre (a la mitad del equinoccio de verano y el solsticio de invierno) con una serie de festividades que duraban una semana, finalizando con la fiesta de «los muertos», que daban inicio al año nuevo celta. En esta fiesta, los druidas, a manera de médiums, se comunicaban con sus antepasados esperando ser guiados en esta vida hacia la inmortalidad. Los druidas creían que en esa noche en particular los espíritus de los muertos regresaban a sus antiguos hogares para visitar a los vivos. Y si los vivos no proveían comida a estos espíritus malignos, toda clase de cosas terribles podrían ocurrirles. Si los espíritus malignos no recibían un festín (treat), entonces ellos harían travesuras malas a los vivos (trick).”
(Trick-or-treat, treta o trato (origen del “dulce o travesura”)
Los sacerdotes druidas iban de casa en casa exigiendo alimentos y en algunos casos niños y vírgenes para ofrendar en sacrificio a su dios Samhain en el festival de la muerte, si se los daban se hacía un trato (treat) y se iban en paz. Si la gente de la aldea no daba a los druidas el alimento o persona que exigían, se lanzaba una maldición sobre la casa entera y según ella, alguien de esa familia moriría ese año. Esa era la trampa o treta (trick).
Jack-O-Lantern (la calabaza que simboliza halloween): Los druidas llevaban con ellos un nabo grande, el cual habían ahuecado en el interior, con una cara tallada en el frente, para representar el espíritu demoníaco del que recibían su poder y conocimiento, mismo que se encargaría de ejecutar toda maldición e iluminar su camino. Este espíritu se llama “espíritu familiar”. El nabo, encendido por una vela dentro, era una linterna para los druidas por la noche. Ellos llamaron “Jock” al espíritu de la linterna.
Cuando estas prácticas llegaron a Norteamérica en los siglos 18 y 19, los colonizadores hallaron que los nabos no eran tan grandes, así que los substituyeron por calabazas. Desde entonces a esta figura tan representativa del Halloween se le llamó “Jock, el que vive en la linterna” y después vino a ser “Jack-O-Lantern” o Linterna de Jack.
¿Cómo entraron estas fiestas a la tradición cristiana? Cuando Constantino se convirtió en emperador de Roma, dictó una ley que declaraba el Cristianismo como la religión oficial del estado. Constantino exigió como emperador que cada uno se hiciese cristiano o enfrentara la pena de muerte.
Alrededor del año 609 se transforma el Panteón de templo pagano, dedicado a todos los dioses, a la iglesia cristiana, dedicada a la Virgen y a los mártires cristianos. La tradición celta entró con mayor fuerza en el siglo VIII, cuando la iglesia romana estableció el 1 de noviembre como el Día de Todos los Santos, en inglés “All Saints Day” y anteriormente “All Hallows Day”, de donde deriva posteriormente la palabra Halloween, que proviene de “All Hallows Eve” que significa precisamente, “Noche de Todos los Santos”. Sin embargo, esta tradición europea se difundió más por todo el mundo a través de Estados Unidos, con el desarrollo tecnológico. Desde el siglo IV la Iglesia de Siria consagraba un día a festejar a «Todos los Mártires». Tres siglos más tarde, el papa Bonifacio IV (615) transformó un templo romano dedicado a todos los dioses (panteón) en un templo cristiano dedicándolo a «Todos los Santos», a todos aquellos que nos habían precedido en la fe.
La fiesta en honor de Todos los Santos, inicialmente se celebraba el 13 de mayo; fue traspasada por el Papa Gregorio III (741) al 1 de noviembre, día de la «Dedicación» de la Capilla de Todos los Santos en la Basílica de San Pedro en Roma. Más tarde, en el año 840, el Papa Gregorio IV ordenó que la fiesta de «Todos los Santos» se celebrara universalmente. Como fiesta mayor tuvo su «vigilia» solemne (31 de octubre). Esta vigilia fue llamada por los ingleses «All Hallow’s Even» (Vigilia de Todos los Santos). Aquí encuentra su origen el término «Halloween».
Por otro lado ya desde el año 998, san Odilón, abad del monasterio de Cluny (en el sur de Francia) había añadido la celebración del 2 de noviembre, como una fiesta para orar por las almas de los fieles que habían fallecido, por lo que fue llamada fiesta de los «Fieles Difuntos» la cual se difundió en Francia y luego en toda Europa.”
Las iglesias fueron inundadas con los paganos no convertidos, eran paganos forzados a integrarse a la iglesia católica o perder sus vidas por desafiar al emperador. Los recién agregados traían todas sus prácticas e ideas paganas a la iglesia incluyendo “el festival de Samhain” y exigieron que este festival siguiera siendo parte de sus vidas. Puesto que la iglesia había fracasado en eliminar las prácticas paganas de la gente, decidió usar “a su modo” algunas de ellas, especialmente este ritual del 31 de octubre.
En el siglo IX, el Papa instituyó un nuevo día para ser celebrado por la iglesia el 1 de noviembre, llamándolo “día de todos los Santos” (All Hallows Day). Este día celebra a todos los mártires y santos de la iglesia católica y el 31 de octubre se convirtió en su víspera. Ahora la gente podría tener su festival el 31 de octubre, porque el 1 de noviembre era un día “santo”.
La cultura popular llamó a la celebración el “All Hallomas” y con el paso del tiempo a la tarde anterior al 1 de noviembre se le conoció como “All Hallomas Eve”, evolucionando poco a poco como “All Hallow’s Eve”, “All Hallowed Eve”, “All Hallow E’en” (evening), y finalmente Halloween.
Pero nada cambió. La observancia pagana continuó el 31 de octubre, y el día de fiesta “cristiano” fue observado el 1 de noviembre. La gente no celebró sus ritos y adoración paganos a los demonios para esta “nueva víspera” establecida por la iglesia.
La festividad de Halloween fue introducida en Estados Unidos por los primeros inmigrantes irlandeses (pueblo de origen celta). En ese país se popularizó y se extendió rápidamente al resto del mundo, convertido además en un lucrativo negocio.
Significado oculto
La fiesta de Halloween, es decir “el festival de Samhain”, todavía es hoy celebrado oficialmente por los satanistas, ocultistas, y adoradores del diablo como la víspera del año nuevo de la brujería.
Las fechas importantes para los satanistas, según la iglesia satánica relacionista, son:
Febrero 2: Noche de candelas
Marzo 21: Equinoccio de la primavera
Abril 13: Cumpleaños de Satán
Abril 30: Inicio de la estación esotérica
Julio 24: tercera noche de tregenda. Se profieren maldiciones y maleficios contra enemigos
Julio 31: rechazo de la influencia de los maleficios externos
Septiembre 29: Equinoccio de otoño
Octubre 31: Día de Satanás. Inicio año nuevo satánico.
Diciembre 21 : Primera noche de tregenda, mezcla de ritos demoníacos con ritos de paganismo precristiano
Según la página web oficial de la Iglesia de Satán, cada satanista debe de vestir ropas de halloween el día de su cumpleaños y para ciertas ceremonias. Cada vez que se visten ropas de halloween se está participando en prácticas
ocultas dedicadas a Satanás.
“The Satanic Bible”, por Anton Szandor LaVey, acerca del halloween dice: “Se decía que los malos espíritus, fantasmas, brujas, hechiceros etc, estarían ejercitando sus “artes” de la forma más pomposa y abierta. En esta noche, se decía, la frontera entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos se hacía más frágil. Los viejos tomarían sus precauciones para proteger sus hogares de los poderes de estas entidades mientras que los más jóvenes harían fiestas, buscarían indulgencia en placeres carnales, y buscarían adivinos para que les ayudaran a encontrar su compañero adecuado”.
Tolerancia al Satanismo
Como se podrá apreciar, no hay nada de simpático en este tipo de celebraciones en las cuales se pretende involucrar masivamente a los niños, seguramente con el propósito de desarrollar en ellos un grado mayor de tolerancia y no cuestionamiento frente a estas prácticas.
Esta situación debiera llamarnos a todos a la reflexión, sobre todo considerando los terribles hechos de sangre ocurridos recientemente como es el asesinato de un sacerdote por parte de un joven adepto al satanismo.
Con nuestro tradicional doble estándar, por una parte se rasgan vestiduras frente a la presencia de supuestas “sectas satánicas” y se discrimina o persigue a jóvenes metaleros o góticos, pero por otra parte, se alienta profusamente la participación en toda clase de actividades relacionadas con esta fecha con el apoyo de fuertes campañas de marketing.
En no pocos sectores, grupos de padres y apoderados se han organizado para contrarrestar la influencia de Halloween por medio de la celebración del “día de todos los santos” lo cual rescata aspectos positivos como el disfrazarse, pero dándole un sentido opuesto al de terror y muerte promovido por esta tradición importada.
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