Octubre es un mes que nos viene con varias dedicaciones: Mes del Sto. Rosario -como ya sabemos- mes de las misiones y mes en el que nuestro Sto. Padre dará inicio a un gran regalo para la Iglesia: El año de la
fe.
¿Qué tanto eres misionero? A veces se piensa que el misionero es el que trabaja arduamente en el África o en lugares lejanos y apartados donde aun no ha arraigado el Evangelio, pero se olvida que la misión es un deber fundamental de todo hijo de Dios, un deber tuyo y mío.
La misión empieza por casa, ser luz en la cotidianidad de nuestros días: Entre la familia, los amigos, los compañeros de trabajo; etc. Es comprometerse a hacer la diferencia allí donde nos encontramos. No podemos esperar a que el mundo cambie sin que nosotros mismos contribuyamos a ese esfuerzo: Es una tarea de todos, ¡ser sal y luz del mundo!
¿Qué tanto eres misionero? A veces se piensa que el misionero es el que trabaja arduamente en el África o en lugares lejanos y apartados donde aun no ha arraigado el Evangelio, pero se olvida que la misión es un deber fundamental de todo hijo de Dios, un deber tuyo y mío.
La misión empieza por casa, ser luz en la cotidianidad de nuestros días: Entre la familia, los amigos, los compañeros de trabajo; etc. Es comprometerse a hacer la diferencia allí donde nos encontramos. No podemos esperar a que el mundo cambie sin que nosotros mismos contribuyamos a ese esfuerzo: Es una tarea de todos, ¡ser sal y luz del mundo!
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