11 jun 2012

35 Años de Fallecimiento del P. Felix Moral Molinero



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P. Felix
Se cumplen 35 años del fallecimiento del Padre Felix Moral Molinero, sacerdote español que trabajó en estas tierras de Cañete.
El P. Felix  nació en Castilla la Vieja en Segovia el 21 de Febrero de 1930. Se ordenó sacerdote a los 23 años, vino a trabajar al Perú el 16 de Junio de 1967. Fue párroco de Huangáscar, Imperial y Lunahuaná donde entregó su vida al Señor.
El Ingeniero Augusto Sánchez, alumno del Padre Felix, nos hace llegar la hoja dominical que se publicó en esa fecha.


HOJA DOMINICAL
_____________________
Prelatura de Cañete –Yauyos -Huarochirí
10
Con Licencia eclesiástica
Padre Félix Moral Molinero, Sacerdote Eternamente D.E.P.
El Señor ha querido llevarse con El al cielo, al padre Félix Moral Molinero, en las vísperas de sus bodas de Plata sacerdotales.
Su bondad era transparencia de su dedicación a su ardua tarea sacerdotal.
Era crisol encendido de amor a Dios, que vivía a plenitud su sacerdocio.
Su quehacer silencioso, pero eficaz. Pensaba en Dios y en las lamas constantemente. Su único deseo era: “Que te conozcan  a Ti, oh Dios, y a tu hijo Jesucristo”.
Más su muerte no acabó con su sacerdocio, pues es SACERDOTE ETERNAMENTE, ni tampoco terminó con su sed de sembrador de la “sana doctrina”, sino más bien ha venido como invitación del cielo a depositarle en nuestra Prelatura, sembrándole en nuestro suelo y completando el encargo del Señor: “si el grano de trigo no muere, no da fruto”.
Su sacerdocio que el P. Félix se llevó al cielo, tiene que prolongarse en nuevas y abundantes vocaciones.
Es la nueva luz-apagada en la tierra-que se enciende en lo alto, para reflejarse en muchos corazones que se dedican a seguir más de cerca el Señor.
El P. Félix, gracioso y bondadosamente-como él era- nos envía una bendición recién entrenada, que deberá dar en nosotros muchos frutos.
 Ese ejemplo de vida santa, pedida a media edad, debe ser un empujón mayor a frecuentar los sacramentos del perdón y la Eucaristía, que tan insistentemente predicaba y que llegó a conseguir en la misa de cuerpo presente ofrecida para él. Su partida llenó su Iglesia y los confesionarios y el comulgatorio, de corazones contritos y arrepentidos.
Desde el cielo ¡Cuánto gusto habrá tenido el contemplar tan grata recompensa a su tesón santo¡
CABLEGRAMA DE ROMA
Recibido dolorosísima noticia fallecimiento Félix os acompaño todo corazón, haciendo sufragios y encomendándome su intercesión. Abrazos. Alvaro del Portillo
-Presidente General del Opus Dei-
  
UNA DE SUS ÚLTIMAS PLÁTICAS
 Amadas religiosas: Solo una palabra para decirles que amen mucho a Jesús. Que estén unidas a Él como el sarmiento a la vid, y así producirán frutos y serán verdaderas hijas de la iglesia.
 Visiten muchas veces al Santísimo que les está gritando ¡amor¡ ¡amor¡. Pídanle mucho por la iglesia y por la salvación de las almas, ya que es su vocación; y vivirán su vocación con perfección y amor.
 Que su entrega sea generosa, y en todo momento digan un ¡fíat¡-háganse, oh Dios tu voluntad-como lo dijo Nuestra madre la Virgen María, a quien deben amar e imitar como verdaderas hijas del Carmelo. -S. Luis 25 – V – 77-
BREVE RESUMEN DE UNA VIDA
El Padre Félix Moral Molinero nació el 21 de Febrero de 1930, en un pueblo de Castilla La Vieja: MIGUELAÑEZ, de la provincia de Segovia ESPAÑA. Ahí residen sus padres ancianos: Alejandro y María.
Era el tercero de sus seis hermanos.
Ingresa al Seminario Diocesano de Segovia cuando tenía 11 años. A los 23 se recibe de sacerdote, encargándole el Sr. Obispo D Daniel Llorente, la parroquia  de un pueblo llamado San Pedro.
El 16 de Junio de 1967 deja su patria y sus padres y viene al Perú. Regenta durante 4 años la parroquia de Huangáscar (Yauyos) un año pasa en Imperial, y los 4 últimos  de su vida fue Párroco de Lunahuaná.
Aquí muere accidentalmente, cuando bajaba de la torre de tocar la segunda campanada para la misa del domingo, a las 6.41 de la tarde del día 5 de Junio de 1977.
Miles de personas acompañan a la Misa de cuerpo presente en Lunahuaná, y multitudes le acompañan en la Catedral de San Vicente de cañete a la segunda misa con-celebrada, presidida ambas por el Excmo. Y Rvdmo. Sr. Obispo Dr. Luis Sánchez Moreno Lira.
Sus restos mortales, llevados a hombros de sacerdotes y fieles reposan en el cementerio de esta ciudad, en el Cuartel de San Pedro N° 11. Fila tercera.
DESCANCE EN PAZ.

UN DIA DEL PADRE FELIX
Se levantaba a las seis de la Mañana, y seguidamente hacía su oración y el rezo del Oficio Divino, para luego tener tiempo en su apostolado, con  que llenaba el día, acabando con la Santa Misa.
Siempre se sentaba media hora antes en el confesionario, donde desgranaba rosarios y oraciones, y de ese modo fue consiguiendo que unos y otros se acercasen a la confesión.
Desde el cielo habrá observado la respuesta a su dedicación, viendo tantas y tantas almas que en la Misa de su sepelio se acercaron al Sacramento de la Eucaristía para recibir al Señor.
Ello fue el mejor premio que el P. Félix se llevó al cielo a la tercera campanada, La  de su muerte, muchas almas cumplían el gusto de su padre y pastor.

EL ALCALDE DE LUNAHUANA DESPIDE A SU PARROCO
Excmo. Y Rvdmo. Sr. Obispo
Sacerdotes
Queridos hermanos de Lunahuaná
Yo Alcalde de este Distrito, hago el honroso y penoso  deber de traer la palabra emocionada de todo nosotros, como un  homenaje póstumo ante el féretro del que en vida fuera Reverendo Párroco Félix Moral Molinero.
La parca destructora de todo los seres y de cuanto está sujeto a la vida, acaba de cortar el hilo de una existencia, estimable y digna, cuando esta se encontraba lozana y vigorosa aún.
Sin que sea nuestro propósito hacer ahora la apología de su vida trabajadora y ejemplar, hermanos de Lunahuaná vemos de cerca sus nobles afanes y esfuerzos de superación que tubo para nuestro pueblo, dejando sus obras para nuestro recuerdo.
Sí, señores, Félix Moral Molinero baja a la mansión de los muertos cuando menos lo esperaba, dejando envuelto el caro pueblo de Lunahuaná en luto, y creando un vacío en el hogar de sus padres que lloraron su muerte muy lejos de aquí.
Sus despojos queridos descienden hoy hasta la tumba, pero su alma enaltecida ha salvado la jornada hasta los cielo.
Transidos de dolor, el pueblo y tus amigos que tuvimos la suerte de conocerte, reunidos lloramos tu ausencia, y venimos a decirte que tu nombre quedará grabado eternamente en nuestros corazones, querido y Reverendo Párroco Félix Moral Molinero.
Descansa en paz y en la gloria eterna del Reino de Dios.
Adiós, Padre.

NOTAS DE RADIO

El día 7 de Junio, desde las primeras horas de la mañana hasta la hora del sepelio, la emisora “Estrella del Sur” de Cañete, cada media hora, emitía el siguiente comunicado:
“En Lunahuaná, a las 6.41 minutos de la tarde del Domingo, día 5 de Junio, entregó su alma a Dios el REVERENDO PADRE FELIX MORAL MOLINERO, cuando tenía 47 años de edad y 25 de sacerdote.
El padre Félix es el primer Sacerdote de la prelatura de Yauyos – Cañete – Huarochirí, que ha fallecido.
 Párroco de Lunahuaná, el Padre Félix era bueno, sencillo, sacrificado y entusiasta. Sacerdote “cien por cien”. Su vida estaba entregada al servicio de Dios enteramente a su Santa Iglesia y a las almas.
 Sembrando confianza y paz, supo ganarse el aprecio y respeto a las muchas personas que le han conocido y tratado, en especial de sus fieles de Lunahuaná.  “Descanse en paz”.
  
ESCRIBE UN MAESTRO
Honda consternación produjo en los distintos Distrito de Lunahuaná, Pacarán y Zúñiga, y en toda la Prelatura, la muerte de del que fue Párroco de Lunahuaná, P. Félix.
Supo granjearse el aprecio y simpatía de todos los sectores, por sus especiales dotes personales, amplia cultura y singular aprecio a sus fieles. Fue u pastor que dedicó todo el tiempo de su vida a las almas.
A Lunahuaná le tocó la suerte de tenerlo entre los suyos, dedicados con todos sus esfuerzos a trabajar en bien de los necesitados, a quienes quería mucho; de los alumnos, de la comunidad, logrando aumentar su fé en Cristo, organizando asociaciones religiosas, participando en reuniones de bien comunal, restaurando el templo seriamente dañado por los sismos y construyendo su casa parroquial, que estrenó la víspera de su fallecimiento.
Pero sobre todo sembró armonía y cumplió con los preceptos de amor al prójimo, a perfección.
Su paso dejó una estela luminosa, en el cielo de estos lares, que servirá, que servirá de ejemplo a muchas generaciones.
Hoy nosotros lloramos su partida. Estamos confundidos, pero consolados a la vez, porque sabemos-estamos seguros- que Dios, le tiene a su lado en el cielo.
Si Lunahuaná quiere perennizar el nombre de un héroe o de un santo, ahí tiene el mayor.  Abel Rivas

EL PADRE FELIX Y LOS NIÑOS
Al Padre Félix le encantaba estar entre los niños.
El P. Félix venía a nuestra escuela y nos preguntaba: “Y…esta gente ha rezado al acostarse y al levantarse, o han dormido como carneritos nomás”.- No me engañen ¡eh¡ porque aquí en su frente(y nos ponía su mano en nuestras cabezas) hay una crucecita y está escrito si han rezado o no. ¿Qué me dicen a esto?
“Bueno, bueno- nos decía otra vez -¿Siempre quieren la misa en Setiembre? Si Padre, y lo anotaba en su agenda. Y cada año realizaba la Primera Comunión en aquella escuela. “Esta fecha – contaba – para mí tiene un hondo significado por dos motivos: Por estar entre angelitos y por ser día del cumpleaños de mi madre”.
Al despedirse de los niños decía: “Chao, chao” y la contestábamos: Padrecito, no se vaya, quédese un ratito más. “Bueno, pues me voy, porque no me han invitado a jugar con la pelota”.
El P. Félix tenía alma de niño y hacía honor a su nombre entre los pequeñuelos. Robaba su tiempo al tiempo, como bien decía de él los profesores, y visitaba las escuelas con inmenso gusto y cariño.
Especialmente era feliz en la catequesis de los sábados que terminaba con la misa de los niños.
En el cielo tendrá una graciosa corona, por tantas delicadezas tan paternales que tuvo con las almas angelicales de los pequeños.

NOS CUENTAN DEL P. FELIX
-Los sábados y Domingos visitaba los hogares, y los decía: “como Uds. No vienen a verme tengo que venir yo”. Y al tiempo que se le caían una lágrima como perlas: “a él le debemos haber arreglado nuestros hogares”.
-El Director del Colegio: El P. Félix era cumplido, entraba en clase con una puntualidad disciplinada, rezaba con los alumnos y en los recreos, paseando dialogaba con ellos. A un profesor le dijo con mucho cariño: “Tienes buen corazón pero tu cabeza te traiciona”.
-Un padre de familia: Al Padre Félix le gustaba las cosas rectas y derechas; no perdía el tiempo el tiempo; no estaba vacío.
-Una madre de familia relataba: Yo estaba angustiada y el Padre me dijo: “Deja eso, acuérdate de Dios y de la Virgen”…. Fui Feliz.
-Ha logrado constituir y arreglar muchas familias, comentaban en grupo – y ha conseguido irradiar la fé por todos los barrios, decían otros.
-Ha minado bastante tanto en obras como en corazones, me dijo un mecánico.
-“Pórtate bien, y me reprendía con cariño y delicadeza grande”,  oía de un llantero.
-Tanto le estimaban los alumnos que su clase no se la querían perder, y para coronar a la promoción del 5°, lo han bautizado con el nombre del PADRE FELIX.
-A una autoridad del lugar le decía: “no olviden que en el mundo hay una sola justicia creada por Dios”.
-A cuantos le avisaba: “porque malos caminos andáis, que estas rasguñando el alma”.
Y 3 horas antes de su muerte, nos despedía con un apretón de manos, y con una sonrisa. Y “Cuando Dios quiera nos recoge y en la forma que El quiere”; y nos despidió con un “Nos vemos”. Hasta el cielo.

Edita Comisión de Publicaciones – Aptdo 69 – Cañete –LIMA – Perú – Director P. Arturo García Agüero 

Junto al P. Novato
























Un profundo agradecimiento al P. Félix Miral Molinero por el trabajo que hizo en nuestra Prelatura.

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