Escrito por Papa Francisco
1. “Los obispos y sacerdotes deben ser pastores y no lobos rapaces”
El Papa solicitó durante una de sus misas diarias en la capilla de Santa Marta, su residencia en el Vaticano, que los fieles dediquen sus oraciones para que los curas y obispos no cedan a la avaricia del dinero y el poder, para que “sean pastores y no lobos rapaces“. “Cuando el obispo o el sacerdote se aprovechan del rebaño, cambian las tornas; ya no es que trabajan para el pueblo, sino que se aprovechan del pueblo”, advirtió a los religiosos y personal del Vaticano que le escuchaban. Añadió que entrar en el “carrerismo [competición] causa mucho daño a la Iglesia”. “Hacen el ridículo y, aunque se vanaglorian y se gustan sentirse poderosos, el pueblo no les ama. Por ello, rezad por nosotros, para que seamos humildes, mansos, al servicio del pueblo”, pidió.
2. Las monjas deben ser “madres espirituales y no solteronas”
En una reunión con 800 religiosas a principios de mayo, Francisco habló sobre la castidad a la que están encomendadas. Aseguró “que amplía la libertad de la entrega a Dios y a los demás con la ternura, la misericordia y la cercanía a Cristo”. “Pero por favor, una castidad fecunda”, pidió. “Una castidad que genere hijos espirituales en la Iglesia. La consagrada es madre, tiene que ser madre y no solterona”. Consciente de la contundencia de sus palabras añadió: “Perdonadme si hablo así, pero es importante esta maternidad de la vida consagrada, esta fecundidad”.
3. “El dinero tiene que servir, no gobernar”
“Hemos creado nuevos ídolos. La antigua veneración del becerro de oro ha tomado una nueva y desalmada forma en el culto al dinero y la dictadura de la economía, que no tiene rostro y carece de una verdadera meta humana”, ha criticado esta semana. Bergoglio, que se propuso ser “el papa de los pobres” al inicio de su pontificado, ha pedido a los embajadores con quienes se reunió el jueves que controlen la economía y protejan a los débiles. Asegura que “el dinero tiene que servir, no gobernar” y critica a los mercados financieros: “Se ha establecido una nueva, invisible y, en ocasiones, virtual tiranía, una que unilateralmente e irremediablemente impone sus propias leyes y reglas”.
4. “La Iglesia no es la niñera de los cristianos”
A mediados de abril incidió en una idea que ha marcado repetidos discursos. Los fieles, opina, no deben esperar a que un sacerdote les diga lo que deben hacer.“Cuando hacemos esto, la Iglesia se convierte no en madre, sino en niñera, que cuida al niño para adormecerle. Tenemos que pensar en el bautismo y en nuestra responsabilidad de bautizados [para anunciar a Cristo]“.
5. “Hay cristianos de salón que no saben hacer hijos para la Iglesia”
En la misma tónica, pidiendo mayor implicación en la práctica de la fe católica, esta semana ha criticado a los fieles que se fijan en las apariencias y formalidades: “Hay cristianos de salón, los educados, tan buenos, pero no saben hacer hijos para la Iglesia con el anuncio del Señor y con el fervor celo apostólico”. En su cuenta de Twitter redondeaba el mensaje con esta reflexión:“No podemos ser cristianos por instantes ["a tiempo parcial", formulaba en inglés]. Busquemos vivir nuestra fe en cada momento, cada día”.
6. Advertencia contra los cristianos “trepas” y “ladrones”
En otra homilía emitida en Radio Vaticana el pasado abril planteó: “También en la comunidad cristiana hay de estos trepas, ¿no?, que buscan su propio beneficio y consciente o inconscientemente fingen entrar por la puerta pero son ladrones y sinvergüenzas”. “¿Por qué? Porque roban la gloria a Jesús y buscan la suya propia. Para ellos la religión es un negocio”, criticó. Con la misma idea, denunció más recientemente “el daño que ocasionan al pueblo de Dios los hombres y mujeres de la Iglesia que son carreristas, escaladores, que usan al pueblo, a la Iglesia, a los hermanos y a las hermanas -a quienes deberían servir- como trampolín para los intereses propios y las ambiciones personales”.
7. “¡Cuánto daño hace el bienestar!”
Durante la canonización de la monja colombiana Laura Montoya y la mexicana madre Lupita, el Papa arremetió contra los excesos de una vida entregada al dinero. “Nos enseña a (…) vencer la indiferencia y el individualismo, que corroe a las comunidades cristianas y nuestro corazón, y nos enseña a acoger a todos sin prejuicios ni reticencias”, dijo sobre la primera santa colombiana. Sobre la madre Lupita subrayó su dedicación a los enfermos, “ante los que se arrodillaba para servirles”. En ese contexto comentó: “¡Cuánto daño hace la vida cómoda, cuánto daño hace el bienestar! El aburguesamiento del corazón nos paraliza. Madre Lupita, sin embargo, renunció a una vida cómoda para servir a los enfermos y abandonados”.
8. “Un buen cristiano no se lamenta, está siempre alegre”
Dándole una vuelta al tradicional mensaje de la Iglesia para que cada creyente porte “su cruz” cuando la vida le pone una piedra en el camino, el Papa Francisco habló en una ocasión reciente del “alegre soportar” como elemento para el rejuvenecimiento vital. Afirmó que el buen cristiano “no se lamenta” y que en medio del dolor, “jamás está triste, sino que testimonia a Cristo con alegría”. Sabiendo que sus palabras se podían recibir con escepticismo, el obispo de Roma indicó que este comportamiento no es de masoquistas, “sino el que lleva por el camino de Jesús”.
9. Sin el Espíritu Santo, el cristiano es un mero “idólatra”
El Espíritu Santo es un “Dios activo, un Dios que nos hace recordar, que nos despierta la memoria”, para que el creyente no olvide “el momento en el que obtuvo la gracia de encontrar a Jesús y todo lo que Jesús le dijo”. Por eso, opina que un cristiano sin esa memoria del Espíritu Santo “no es un cristiano de verdad, sino un idólatra”.
10. “Como muchos no son creyentes, les bendigo en silencio respetando su conciencia”
Cuando en su encuentro con los cientos de periodistas que acudieron a Roma para ver la fumata blanca y conocer al nuevo Papa el pasado marzo, el recién elegido pontífice bendijo a los presentes con una llamativa observación: “Como muchos de ustedes no pertenecen a la Iglesia Católica, otros no son creyentes, de corazón doy esta bendición en silencio a cada uno de ustedes, respetando la conciencia de cada uno, pero sabiendo que cada uno de ustedes es hijo de Dios. Que Dios los bendiga”.
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