Con la Carta apostólica Porta fidei del 11 de octubre 2011, Benedicto XVI ha
proclamado un Año de la fe.
Comenzará el 11 de octubre 2012, fecha del L aniversario de la apertura del
Concilio Vaticano II, y terminará el 24 de noviembre 2013, Solemnidad de Nuestro
Señor Jesucristo, Rey del Universo.
Con la promulgación de
dicho Año, el Santo Padre desea colocar en el centro de la atención eclesial
aquéllo a lo que, desde el inicio de su pontificado, concede mayor importancia:
el encuentro con Jesucristo y la belleza de la fe en Él.
Por otra parte, la
Iglesia es plenamente consciente de los problemas que debe afrontar hoy la fe, y
siente más que nunca la actualidad de la pregunta que Jesús mismo formuló:
"Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra? (Lc 18,
8). Por ello, "si la fe no se revitaliza, convirtiéndose en una convicción
profunda y una fuerza real gracias al encuentro con Jesucristo, todas las demás
reformas serán ineficaces" (Discurso a la Curia romana con ocasión de las
felicitaciones de Navidad, 22 diciembre 2011).
Por encargo de
Benedicto XVI, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha redactado una Nota con indicaciones pastorales para
el Año de la fe. Dicha Nota ha sido elaborada de acuerdo con algunos
Dicasterios de la Santa Sede y con la contribución del Comité para la preparación del Año de la
fe. El Comité, constituido en la Congregación para la Doctrina de la Fe por
mandato del Santo Padre, cuenta entre sus miembros con los Cardenales William
Levada, Francis Arinze, Angelo Bagnasco, Ivan Dias, Francis E. George, Zenon
Grocholewski, Marc Ouellet, Mauro Piacenza, Jean-Pierre Ricard, Stanislaw Rylko
y Christoph Schönborn; los Arzobispos Salvatore Fisichella y Luis F. Ladaria; y
los Obispos Mario Del Valle Moronta Rodríguez, Gerhard Ludwig Müller y Raffaello
Martinelli.
La Nota, fechada el 6 de enero 2012,
Solemnidad de la Epifanía, será publicada el día 7 de enero. Se compone de una
introducción y de algunas indicaciones pastorales. En la Introducción se recuerda que la finalidad del "Año de
la fe es contribuir a una renovada
conversión al Señor Jesús y al redescubrimiento de la fe, para que todos los
miembros de la Iglesia sean testigos creíbles y gozosos del Señor resucitado,
capaces de indicar la puerta de la
fe a tantas personas que buscan la
verdad".
"El inicio del Año de la fe coincide con el recuerdo agradecido de
dos grandes eventos que han marcado el rostro de la Iglesia en nuestros días: el
L aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, por voluntad del beato
Juan XXIII (11 de octubre de 1962) y el XX aniversario de la promulgación
del Catecismo de la Iglesia
Católica, ofrecido a la Iglesia por el beato Juan Pablo II (11 de octubre de
1992)".
El Concilio Vaticano
II,
"a partir de la luz de Cristo (…) ha querido ahondar en la naturaleza íntima de
la Iglesia (…) y su relación con el mundo contemporáneo". "Después del Concilio,
la Iglesia ha trabajado para que sus ricas enseñanzas sean recibidas y aplicadas
en continuidad con toda la Tradición y bajo la guía segura del Magisterio".
"Para facilitar la
correcta recepción del Concilio, los Sumos Pontífices han convocado el Sínodo de
los Obispos en reiteradas ocasiones, proponiendo a la Iglesia directrices claras
a través de las diversas Exhortaciones apostólicas post-sinodales. La próxima
Asamblea General del Sínodo de los Obispos, que se celebrará en octubre de 2012,
tendrá como tema: La nueva
evangelización para la transmisión de la fe cristiana".
"Desde el inicio de su
Pontificado, el Papa Benedicto XVI se ha comprometido firmemente en procurar una
correcta comprensión del Concilio, rechazando como errónea la llamada
‘hermenéutica de la discontinuidad y la ruptura’ y promoviendo la que él mismo
ha llamado ‘hermenéutica de la reforma, de la renovación en la
continuidad’".
El Catecismo de la Iglesia
Católica, como "auténtico
fruto del Concilio Vaticano II" (Carta apostólica Porta fidei, n.4), se coloca en la
línea de tal ‘renovación en la continuidad’. Comprende "cosas nuevas y cosas
antiguas" (Mt 13, 52). Por una parte, retoma el antiguo y tradicional orden de la catequesis,
articulando su contenido en cuatro partes: el Credo, la Liturgia, el obrar cristiano y la oración. Pero, al mismo tiempo,
expresa todo ello de modonuevo, para responder a los interrogantes de
nuestra época.
El Año de la fe será una ocasión privilegiada para promover
el conocimiento y la difusión de los contenidos del Concilio Vaticano II y
del Catecismo de la Iglesia
Católica.
Las indicaciones pastorales de la Nota tienen la finalidad de favorecer
"el encuentro con Cristo, a través de testigos auténticos de la fe, y aumentar
el conocimiento de los contenidos de la fe". Mediante estas indicaciones
pastorales –que "no excluyen otras propuestas que el Espíritu Santo quiera
suscitar entre los pastores y los fieles en las distintas partes del mundo"- la
Congregación para la Doctrina de la Fe ofrece su ayuda, dado que le compete no
sólo tutelar la sana doctrina y corregir los errores, sino también, y sobre
todo, promover la verdad de la fe (cf. Constitución apostólica Pastor Bonus, nn. 48-51).
Las propuestas de la Nota se articulan en cuatro niveles: 1) Iglesia universal; 2) Conferencias Episcopales; 3) Diócesis; y 4) Parroquias, Comunidades, Asociaciones,
Movimientos. Se recuerdan a continuación algunas de estas sugerencias particulares.
Junto a una solemne
celebración por el inicio del Año de
la fe y a otros eventos en los que
participará el Santo Padre (Asamblea del Sínodo de los Obispos, JMJ del 2013),
se auspician iniciativas ecuménicas para "invocar de Dios y favorecer el
restablecimiento de la unidad entre todos los cristianos"; y "tendrá lugar una
solemne celebración ecuménica para reafirmar la fe en Cristo de todos los
bautizados".
En el ámbito de las
Conferencias Episcopales, se invita a mejorar la calidad de la formación
catequística eclesial y a "verificar los catecismos locales y los diversos
libros de catequesis que usan las Iglesias particulares, para asegurar su plena
conformidad con el Catecismo de la
Iglesia Católica"; se invita asimismo a utilizar ampliamente los nuevos
lenguajes de la comunicación y del arte, en "transmisiones televisivas o
radiofónicas, películas y publicaciones, también de nivel popular, accesibles a
un público amplio, sobre el tema de la fe, sus principios y contenidos, así como
del significado eclesial del Concilio Vaticano II".
A nivel diocesano,
el Año de la fe se considera, entre otras cosas, como
ocasión de "diálogo renovado y creativo entre fe y razón mediante simposios,
congresos y jornadas de estudio, especialmente en las Universidades católicas",
y como tiempo favorable para "celebraciones penitenciales en las que se ponga un
énfasis especial en pedir perdón a Dios por los pecados contra la fe".
En el ámbito
parroquial, la propuesta central sigue siendo la celebración de la fe en la
liturgia, concretamente en la Eucaristía, porque "en la Eucaristía, misterio de
la fe y fuente de la nueva evangelización, se proclama, celebra y fortalece la
fe de la Iglesia". De esta iniciativa nacen, crecen y se difunden todas las
demás propuestas, entre las que sin duda tendrán especial relevancia las de los
numerosos Institutos, las nuevas Comunidades y los Movimientos eclesiales.
"En el Pontificio
Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización se instituirá una Secretaría para el Año de la
fe, con el fin de coordinar las diversas iniciativas promovidas por los
Dicasterios de la Santa Sede y aquéllas que sean relevantes para la Iglesia
universal". La Secretaría "también podrá sugerir iniciativas
apropiadas", y dispondrá de un sito Internet específico "para ofrecer toda la
información útil" al respecto.
Las indicaciones
ofrecidas en la Nota tienen la finalidad de invitar a todos los
miembros de la Iglesia a comprometerse en el Año de la fe para redescubrir y "compartir lo más valioso que tiene el cristiano:
Jesucristo, redentor del hombre, Rey del Universo, ‘iniciador y consumador
de la fe’ (Eb 12,2)".
[00006-04.01] [Texto
original: Italiano]
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